Motivo de vida en la distancia de los recuerdos
Por: Dr. Pascual
Ramos Núñez Ph.D
En la poesía del amor, los versos están cubierto de pasión y la metáfora
de cupido, maniobra la figura literaria que conquista corazones , acelerando
las palpitaciones del órgano que mantiene con vida, la unión de dos cuerpos,
masculino/femenino, hombre/mujer; haciendo posible la razón de convivencia
humana, de: “Nacer, crecer y multiplicarse”.
Lo referente a la notificación de masculino/femenino, hombre/mujer; se argumenta de esa manera, debido a las confusiones que en tal sentido existen, producto de las depravaciones libertina y el aumento del fenómeno fuera de contexto, de lo que se le conoce con el nombre de relaciones íntimas entre personas de igual sexo.
Los verbos que concluyen el primer párrafo de motivo de vida en la distancia de los recuerdos; sustentan los versos de este tipo de comunicación escrita, tratando de que la amistad y el amor, triunfen en el convivir de las personas, buscando felicidad individual y colectiva, en esta llamada Era Digital, que urge de paz; para que se pueda dar la “civilización del amor”.
En el intento de devorar el epíteto agridulce de los recuerdos, que desbordan sentimientos de paciones atrincheradas en el sistema neuronal de cerebros enamorados; bastaría un si se pudiera ser creativo en medio de imposiciones, que solo sirven para poner trabas, a las manifestaciones de loco amor, en un mundo de las complejidades de necesidades humanas, que hay que satisfacer, en complacencia de una sociedad, donde parece tener razón de ser, el libertinaje.
El darle sentido a la vida, podría ser lo mejor en todo intento de conquista, haciendo que sea posible el amor de pareja, cotejando en un rinconcito del corazón, las intimidades de los más hermosos recuerdos, que sellan con lazos de cupido, compromisos materiales y morales, donde se jura por el logro de manifestaciones de dos corazones que se unen por el flechazo, que garantiza lo ocurrido en el libro matrimonial, colocado en el anaquel de la biblioteca de la historia humana; donde se justifica lo bueno y lo malo de lo ocurrido, sin contemplación.
En la distancia de los recuerdos, al poner a prueba el procedimiento psicológico de la memoria a corto y largo plazo, las ideas de amor y de amistad, penden cual hoja madura expuesta a desplomarse, víctima de las incongruencias de pensares que no se corresponden con las realidades que se viven en el día a día; donde la inseguridad se apodera de los corazones sedientos de paz interior.
La amistad y el amor, deben ser motivo de vida en la distancia de los recuerdos; prefiriendo los que surgen de los sentimientos más nobles del corazón, producto de un pensar de inclusión de ideas positivas, generando acciones que promocionen el cómo hacer posible la: “Civilización del amor”, para que el pensar de las parejas, aporte soluciones de convivencia fraterna de respeto mutuo, en una sociedad donde existe una población, que merece gozar de felicidad familiar y colectiva
Lo referente a la notificación de masculino/femenino, hombre/mujer; se argumenta de esa manera, debido a las confusiones que en tal sentido existen, producto de las depravaciones libertina y el aumento del fenómeno fuera de contexto, de lo que se le conoce con el nombre de relaciones íntimas entre personas de igual sexo.
Los verbos que concluyen el primer párrafo de motivo de vida en la distancia de los recuerdos; sustentan los versos de este tipo de comunicación escrita, tratando de que la amistad y el amor, triunfen en el convivir de las personas, buscando felicidad individual y colectiva, en esta llamada Era Digital, que urge de paz; para que se pueda dar la “civilización del amor”.
En el intento de devorar el epíteto agridulce de los recuerdos, que desbordan sentimientos de paciones atrincheradas en el sistema neuronal de cerebros enamorados; bastaría un si se pudiera ser creativo en medio de imposiciones, que solo sirven para poner trabas, a las manifestaciones de loco amor, en un mundo de las complejidades de necesidades humanas, que hay que satisfacer, en complacencia de una sociedad, donde parece tener razón de ser, el libertinaje.
El darle sentido a la vida, podría ser lo mejor en todo intento de conquista, haciendo que sea posible el amor de pareja, cotejando en un rinconcito del corazón, las intimidades de los más hermosos recuerdos, que sellan con lazos de cupido, compromisos materiales y morales, donde se jura por el logro de manifestaciones de dos corazones que se unen por el flechazo, que garantiza lo ocurrido en el libro matrimonial, colocado en el anaquel de la biblioteca de la historia humana; donde se justifica lo bueno y lo malo de lo ocurrido, sin contemplación.
En la distancia de los recuerdos, al poner a prueba el procedimiento psicológico de la memoria a corto y largo plazo, las ideas de amor y de amistad, penden cual hoja madura expuesta a desplomarse, víctima de las incongruencias de pensares que no se corresponden con las realidades que se viven en el día a día; donde la inseguridad se apodera de los corazones sedientos de paz interior.
La amistad y el amor, deben ser motivo de vida en la distancia de los recuerdos; prefiriendo los que surgen de los sentimientos más nobles del corazón, producto de un pensar de inclusión de ideas positivas, generando acciones que promocionen el cómo hacer posible la: “Civilización del amor”, para que el pensar de las parejas, aporte soluciones de convivencia fraterna de respeto mutuo, en una sociedad donde existe una población, que merece gozar de felicidad familiar y colectiva