miércoles, 11 de septiembre de 2019


Rosas blanca y roja por amor eterno de Hilda e Iván
 















Dr. Pascual Ramos Núñez Ph.D

Las rosas blancas y rojas ofrecidas en la inesperada despedida de Iván e Hilda a la morada celestial, coronan de eterna gloria de amor, las almas de un matrimonio, que con su ejemplo cristiano de corta vida terrenal, han transcendido a la inmortalidad del Supremo Creador, en sueño definitivo de paz; rompiendo la barrera del pecado y de la muerte material.

    
El médico y profesor universitario del área de la salud, Iván de Jesús Minaya Tavárez, se ha ido para siempre junto a su esposa Hilda María Báez Tactuck; dejando en el pensamiento y los corazones afligidos de sus familiares y amigos, un legado de cómo se puede ser luz en medio de la oscuridad de un mundo, plagado de iniquidades humanas; donde el “dios donde dinero mal habido”, parece por momentos, hacer desaparecer las buenas costumbres de tradiciones religiosas, culturales y sociales; propiciadora de bien común.
   
En las familias Minaya Tavárez y Báez Tactuck, queda el hermoso regalo de amor incondicional, de Hilda e Iván; por lo que se considera de procedimiento ético y moral,  cantar con el inmortal Alberto Cortez, la interpretación musical, “CUANDO UN AMIGO SE VA”, que sugiere reflexionar con fe en el resucitado de Nazaret,  sobre el impactante acontecimiento, que perdurará para siempre, en la mente de los hombres y mujeres, que trabajan por y para la paz:

“Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
Cuando un amigo se va,
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.
Cuando un amigo se va,
una estrella se ha perdido,
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.
Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
y se empieza a rebelar,
el duende manso del vino.
Cuando un amigo se va
galopando su destino,
empieza el alma a vibrar
porque se llena de frío.
Cuando un amigo se va,
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.
Cuando un amigo se va
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido

Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo”.

El significado de las rosas blancas y rojas, ofrecidas en la fosa común donde fueron depositados en dos ataúdes, los restos mortales del amigo Iván y la amiga Hilda, induce a pensar, que los pétalos de las mismas, perfumaran con fragancia de eterna gloria celestial, el inigualable amor infinito, de esas almas puras, que supieron demostrar en su corta estadía terrenal como pareja cristiana; disciplina de perseverancia, agradecimiento, lealtad y respeto familiar incondicional.