jueves, 7 de enero de 2021

 

Canto fúnebre por maléfica pandemia


 

El tiempo transcurre a cuenta gota, bajo el dominio inquisidor del COVID-19, marcando en la minutera del reloj de la vida, un antes y un después de la maléfica pandemia; imponiéndose la moda de la mascarilla y la normativa disciplinaria del distanciamiento social y la autorización gubernamental de toques de quedas; penalizando a quienes violenten las disposiciones, por el lujo derecho de poder continuar con vida.  

Es que el poema inspirado por el virus o enfermedad, pretende ser un canto fúnebre, en donde más de 1, 5 millones de personas, según confirmación estadística de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han ido a destiempo; producto de ese enemigo invisible, que mantiene en jaque mate, a los especialistas de la ciencia médica y en alerta roja, a la población mundial.

El rebrote es otra conceptualización, que cobra fuerza en el diccionario pandémico médico, augurando futuro incierto para la humanidad. La expresión que cunde el pánico, sin que se tenga solución efectiva, permite comprender lo tan vulnerable que somos ante situaciones de esta naturaleza, que, por demás, convierte a la persona, en dependiente del libre albedrió de un soplo de vida, que terminará bajo la sombra inquisidora de la muerte.

La lucha entre la vida y la muerte, especialmente en tiempo de una pandemia como la del Corona Virus, con el apellido 19 que jamás se olvidará; es un asunto que continúa desestabilizando las economías e imponiendo dominio absoluto; porque ese enemigo invisible no da tregua, creando confusiones mentales de todo tipo, que merecen ser atendidas por Psicólogos y Psiquiatras.

El título de canto fúnebre por maléfica pandemia, pretende ser un gripo de alerta; procurando mayor concienciación, sobre saber cuidarse, de un posible rebrote, en el presente mes de diciembre 2020, e inició de año nuevo 2021; porque de no ser así, COVID-19 provocará muchas más muertes de personas, antes de la inmunización; con el agravante, de que gran parte de la población mundial, no confía en la efectividad de ningunas de las vacunas que se han anunciados.