Sentencia rigurosa contra invasores de soberanía Nacional.
Dr. PhD Pascual A. Ramos Núñez
La idea
cavernícola de invadir la soberanía de una nación mediante el método destructor
de la guerra; no puede tener razón de ser en la llamada sociedad moderna, postmoderna,
cibernética, de la información, global e inteligente.
El
denominado poder económico fundamentado en ideologías individualistas
paternalistas, de engreimiento, debe ser asunto del pasado; pues de lo que se
trata ahora es, de ser personas inteligentes, procurando poner en práctica el
convivir organizado y respetuoso, donde tiene asidero de pertinencia
científica, el cuidado, protección y defensa de la vida; sin escatimar
esfuerzos.
Es de
suma importancia, que antes acontecimientos bélicos como el que está viviendo
en estos días la sociedad ucraniana, entidades internacionales como el Tribunal
Supremo de La Haya, se pongan a la altura de la inteligencia civilizada,
dictaminando sentencia definitiva, contra el invasor de la soberanía del país
que está siendo agredido; donde están muriendo inocentes. Que se entienda bien
eso: Inocentes.
Ese tal
Vladímir Vladímirovich Putin y sus seguidores propiciadores de la guerra en
Ucrania, no son inocentes. Son cavernícolas infiltrados en la sociedad
inteligente o del conocimiento global, donde su pensamiento destructor, no
puede en ninguna circunstancia, estar incidiendo de esa manera; por lo que el
liderazgo mundial, debe actuar contra los inquisidores de la PAZ, sin contemplación
y desmallo. Gentes como esas, de mentes cuadradas, son peligrosas para
conquistar el objetivo, de la: Civilización de amor.
Ya se
pensaba que la COVID-19, con sus denominadas derivaciones de mutaciones del
virus; estaría provocando reflexión individual y colectiva, para el cuidado y
protección incondicional de los unos con los otros, en: ¨Nuestra única casa
Común¨. ¡Pero qué le parece! Es todo lo contrario. La preocupación ahora estás,
en las consecuencias que traerá consigo, la guerra con escenario en Ucrania.
¡Qué ironía! Pensamientos de hombres y mujeres atrincherados en lo que podría
ser su propia destrucción. Eso no es ser inteligente.