La capacidad de poder producir escritos de calidad, es una de las actividades académicas intelectuales de mayor significación en el nivel superior; que demanda de los actores universitarios, profundidad científica en la presentación y demostración de investigaciones, con resultados confiables, notificándose eficiencia y eficacia, en la redacción de las conclusiones y recomendaciones de las mismas; procurando mejores condiciones de vida, en la llamada sociedad inteligente o de la información global.
El escenario de las aulas/laboratorios de la Universidad, se presta para hacer valer lo de cómo producir el conocimiento, aprovechando lo existente; sirviendo de fundamentos teóricos, para poner en ejecución lo señalado, como sello de identidad, que debe exhibir todo profesional de grado y de postgrado, en el ejercicio de su carrera, transformando en prosperidad y progreso, su accionar individual y colectivo, en un mundo cada vez más competitivo.
Lo indicado también sirve de materia prima, para que los estudiantes universitarios, puedan lograr ser autores; y de esta manera garantizar originalidad, en trabajos de investigación, como: Monográficos, tesis y/o proyecto de grados, ensayos, artículos; entre otras modalidades de escritos científicos en el nivel superior.
Las pretensiones al respecto, maximizan la razón de ser de los estudios universitarios, siendo cada vez más indispensables en la búsqueda del éxito, tomando decisiones que implican compromisos de perfeccionamiento científico; queriendo sobrepasar los límites entre lo físico y lo metafísico, argumentando el deseo de penetrar lo sobrenatural; siendo mitigadores hambrientos de lo humano y lo divino, que mantiene en jaque mate, el pensamiento intelectual, cuando se aborda el llamado espinoso tema de la muerte o si hay vida más allá de la terrícola.
Es bueno contar, a propósito de lo sentenciado, con personas que desde el comodín de la ciencia, no se detienen en conquistar nuevos espacios intelectuales, aprovechando la oportunidad de resolver problemas, escudriñando informaciones, que generen nuevos conocimientos, donde se presenten aportes significativos, beneficiando a las presentes y futuras generaciones, donde se asegure permanencia humana en la tierra sin límites, pese a declaraciones apocalípticas, que presagian en futuro incierto para el planeta tierra.
En mentalidades del mundo universitario, la explicación de la supervivencia humana en la tierra, es una cuestión que debe ser tratada y analizada, cuidando de que los descubrimientos e inventos, no se conviertan de manera irónica, en la pesadilla de destrucción humana, al ser administrados y manejados, por personas inapropiadas.
La objetividad científica requiere calidad, eficiencia y eficacia; siendo ejemplo de organización, disciplina, ordenamiento sistematizado de las ideas, con sentido de la razón lógica del pensamiento; abogando por la consolidación de la igualdad social y el respeto mutuo, ejecutando acciones, encaminadas hacer valer lo del equilibrio armónico, entre la raza humana y la tierra; cuidándola de adversidades catastróficas, que puedan surgir en su propio escenario y del espacio exterior galáctico planetario.
La asimilación y luego tener la capacidad de producir el conocimiento científico en el escenario del aula/laboratorio de la Universidad o en cualquier otro que lo amerite, por medio de la comunicación escrita, notificando la existencia de calidad en labores realizadas por personas intelectuales, los que al momento de realizar su función profesional, patentizan su sello de garantía, descollando con eficiencia y eficacia; dejando como resultados, el que otros emprendan nuevos proyectos de utilidad ciudadana, generando bienestar en los diferentes estratos sociales.