martes, 29 de junio de 2021

 Dominicana cuenta con padre fundador educador

Dr. PhD Pascual Ramos Núñez

Esta entrega tiene como objetivo reconocer, valorar y honrar la labor educativa desempeñada por Juan Pablo Duarte y Diez; logrando, gracias a su liderazgo, concienciar con alto sentido ético y moral; transformando mentalidades en pensamientos defensores de patriotismo, acariciando con decisión de juramento trinitario, el ideal sagrado de Independencia Nacional.

La República Dominicana cuenta con un Padre Fundador de la nación, eminentemente educador. El ilustre Duarte, daba clases gratis de escritura, historia, geografía e idioma, en un almacén propiedad de su padre, el señor Juan José Duarte.

Se precisa, que la mayor obra magisterial del hijo de la señora Manuela Diez Jiménez, fue desarrollada a través de la Sociedad Secreta La Trinitaria y la del grupo teatral, conocido con el nombre de la Filantrópica.

El Trinitario y Filantrópico Duarte, conocía la eficiencia de las representaciones dramáticas para difundir los ideales de amor incondicional al espacio geográfico que le vio nacer, porque escuchó hablar, durante el tiempo que pernotó en Cataluña, del uso que se hizo en la madre patria, España, del teatro para provocar el sentimiento nacionalista del pueblo contra el dominio Francés.

Es de comprender, que mediante estas organizaciones, se transmitió la manera de pensar de Duarte; donde se ofrecían informaciones revolucionarias a diversos sectores de la población, por lo que se puede determinar, que esta era una manera muy especial de enseñar y concienciar para un futuro de igualdad social, sin esclavitud.

Las referidas entidades, fueron recursos estratégicos pedagógicos, empleados por el Patricio, para instruir a hombres y mujeres de su tiempo, en procura de una Nación Soberana; inspirada en los sagrados principios de: DIOS, PATRIA y LIBERTAD.

El ideólogo y forjador de la Independencia Nacional, ocurrida el 27 de febrero de 1844, es un baluarte de ideas que trascienden la inmortalidad, sirviendo de ejemplo heroico, a los que se dedican al sagrado deber de educar, poniendo en práctica la ética y la moral, con bandera de integridad en la formación integral de los ciudadanos de un país.

Lo de ser educador, está ligado a que desde muy joven dedicaba gran parte de su tiempo a la lectura y la escritura, siendo chispa inspiradora luego, de su sólida formación profesional en el área de Filosofía y Derecho Romano, bajo la tutoría del Doctor Juan Vicente Troncoso. De igual manera, aprendió a tocar flauta, guitarra y piano, asesorado por el profesor Vicente Mendoza.

El bautizado en la iglesia de Santa Bárbara el 4 de febrero de 1813, recibió sus primeras enseñanzas de su madre y más tarde, asistió a una pequeña escuela de párvulos dirigida por una profesora de apellido Montilla. De ese lugar pasó a estudiar en un centro primario para varones, donde desde muy temprano dio muestra de una excelente inteligencia; admitido luego, en la escuela de Don Manuel Aybar, completando sus conocimientos de lectura, escritura, gramática y aritmética elemental. Aquí hay que decir, que siendo casi un niño, recibió enseñanza sobre la teneduría de libros para pasar, a la vida de adolescente.

En ese orden se debe precisar, que el ilustre Padre de la Patria, colocada en el mismo trayecto del sol, como lo destacó el Poeta Nacional Don Pedro Mir, aprendió hablar y a escribir varios idiomas; como el Latín, Portugués, Español, Francés, Inglés y Alemán.

El dominio plural del conocimiento sobre varias disciplinas del saber intelectual de su tiempo, delatan que Duarte poseía una conceptualización bien definida de Nación Dominicana y sus habitantes. Su concepción de República, era de un Patriota republicano, anticolonialista, liberal y progresista. Se puede afirmar, que esta visión, le sirvió de terreno fértil para redactar un proyecto de constitución que proclama con claridad, que la bandera Dominicana puede cobijar a todas las razas, sin excluir ni dar predominio a ninguna.

El creador del pensamiento titulado: Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio, hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria"; supo dedicarse con amor al magisterio, poniendo a disposición de los estudiantes su tiempo, sus libros y sus conocimientos, convirtiendo a varios de ellos en la categoría de próceres; por lo que a Duarte se le da el merecido nombre de Apóstol del Magisterio Dominicano.

La vocación de enseñar, la continua preparación académica, la dedicación y entrega de su accionar en el quehacer educativo pedagógico, hacen de Duarte, un referente inagotable de sana sabiduría con amor Patriótico, que indica por dónde debe ser dirigido el presente Sistema Educativo Nacional de la República Dominicana.

Los datos sobre la preparación académica del prócer, maestro y autor del libro: "La Carta del Proscrito", testifican la excelente calidad y capacidad de enseñar que coronan la labor de educador desarrollada por el extraordinario Dominicano, nacido en Santo Domingo el 26 de enero de 1813 y quien falleció el 15 de julio de 1876 en Caracas-Venezuela.

La inmortal obra educativa del padre fundador de la Patria, cuna del nuevo mundo, enfocada hacia la sociedad, anima la sugerencia y la recomendación de que la más vieja Alta Casa de Estudios de América, lleve por nombre: ¡Universidad Autónoma Juan Pablo Duarte y Diez!.


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