Vuelo que genera dulce alimentación y medicina natural.
La acción de volar de las abejas, desde la colmena a la flor,
recolectando polen y regresar al nicho de los panales en donde ocurre el
fenómeno de la producción de la miel, es algo extremadamente fuera de serie/maravilloso,
y que requiere de estudio exclusivo/especial; por parte de los especialistas de
esa área del conocimiento y de la interdisciplinaridad científica.
Colmena, abeja, flor, apicultores, panales y miel; parecen
ser seis conceptualizaciones que se unen en completa armonía con la naturaleza,
para que ocurra la realidad del dulce; que sirve de alimento y medina para el
cuerpo humana.
Al navegar por la web, https://www.lacolmenadeisrael.com/es/tienda/alimentos/bee-honey-x-1-lb-detail.html; se notifica la siguiente
descripción: “La miel es el néctar de las flores que las abejas extraen de las mismas
y luego llevan a la colmena, donde se almacena y se convierte en miel pura y
cruda. Por su poder nutritivo, la miel es el segundo alimento más completo del
mundo. Contiene: vitaminas como la A, B, B1, B5, B6, C, D, E, K y PP; entre los
minerales se encuentran potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro, fósforo, azufre,
cloro, manganeso, yodo y cobre”.
Precisa
la línea cibernética, al referirse a los beneficios de la miel, que el producto
natural: “… tiene un poder preventivo y curativo sobre una gran cantidad de
enfermedades como la desnutrición, anemia, enfermedades de los ojos, trastornos
nerviosos, enfermedades hepáticas, trastornos de la respiración, enfermedades
cardíacas y muchos más”.
El néctar recolectado por las abejas, en su confabularse con
el polen recolectado en los pétalos de la flor, determinan las diferentes
tonalidades, que puede exhibir la miel; básicamente predominando los colores
amarillo, ámbar y café.
Se afirma en la dirección de la http://api-cultura.com/el-color-de-la-miel/, que existen seis tipos de mieles,
enumeradas de la siguiente manera: “Miel de alfalfa: ámbar clara. Miel de
eucalipto: ámbar oscuro. Miel de azahar (cítricos): ámbar extra clara. Miel de
girasol: Ámbar extra clara. Miel e chilca: Ámbar claro. Miel de algarrobo:
Ámbar”.
En el Manual Práctico de Apicultura del Dr. Dewey M.
Caron (2010), se explica que para tener éxitos con las abejas, se deben tomar
en cuenta los siguientes requisitos: “Requiere la destreza en el manejo de abejas
- un animal no domesticado. Requiere la destreza en el trabajo con madera. Apicultura
significa largas y duras horas de trabajo bajo el sol, calor, vestido con ropa
gruesa. Pero también, apicultura es disfrutar, con gran satisfacción y
recompensa personal. La apicultura puede significar recompensa monetaria (en
productos y la división de colmenas). La apicultura requiere la habilidad de
soportar picaduras porque hay riesgo de que las abejas se molesten y se metan
entre las ropas y piquen”. (pág. 6).
La descripción ilustra sobre el
cuidado y protección de las abejas, para que la producción de miel sea siempre
de calidad; y con ello, la labor de los apicultores garantice, la vida de
utilidad alimenticia y medicinal, del dulce que tiene su origen en la
polinización de los pétalos de la flor, sobresaliendo la manifestación de la
naturaleza, en su máxima inspiración de creatividad.
El profesor Dewey, del área de Apicultura de
la University
of Tennessee de los Estados Unidos, precisa en su documentación
científica, que: “La apicultura es la ciencia aplicada de la abeja, un arte y
también la técnica de cuidar a las abejas, con fines comerciales para la venta
de los productos obtenidos de la colmena o servicios de polinización pero
también para aficionados con fines recreativos y/o lucrativos. Para la familia
son productos para la buena salud”. (pág. 23).
El vuelo que genera dulce alimentación
y medicina natural, es el que realiza la abeja, en su existencia entre colmenas,
panales y flores, recolectando el polen que luego se transforma en miel; con lo
que se demuestra la grandeza del animal con ponzoña, pero que es el
protagonista de tan noble y rico manjar.